Lo primero que una persona dependiente a una sustancia o comportamiento debe hacer para superar las adicciones es quererlo con todas sus fuerzas. Declararse impotente ante el problema y dejarse ayudar. Solo esa persona puede hacerlo, pero no puede hacerlo sola.
Un adicto es aquel que no es capaz de controlar su deseo impetuoso de consumir algún psicotrópico, estupefaciente, o de beber. Por ejemplo, un heroinómano se habitúa tanto y tan velozmente a la aguja, que llega a un punto en que ya no la consume por placer o recreación, sino que la necesita para “no sentirse tan mal”, cada vez en mayores dosis.
Tipos de adicciones
Se puede ser adicto a todo tipo de sustancias, lícitas, ilícitas, pero, además, a cualquier otro tipo de comportamientos compulsivos desadaptativos. Algo destacable, en virtud de que, normalmente, cuando se escucha hablar de una adicción, se piensa en alcohol o drogas ilegales.
Lo cierto es que las personas pueden volverse adictas al sexo, a los videojuegos, a las redes sociales, a los medicamentos, al tabaco, incluso al pegamento. De hecho, existe una clasificación:
Adicción física
La adicción o dependencia física es una situación en la que el organismo, habituado a la presencia de una sustancia, necesita mantener un determinado nivel de esta en sangre para poder funcionar. El cuerpo se vuelve dependiente y aumenta la tolerancia.
El individuo requiere cada vez de dosis más altas para lograr el mismo efecto, pero cuando se interrumpe abruptamente el consumo, sea por la razón que sea, aparece lo que conocemos como el síndrome de abstinencia.
Vómitos, diarreas, temblores, debilidad y malestar general son algunos de los síntomas que se experimentan en este nivel de la adicción.
Sin embargo, la dependencia física también puede ser provocada por el uso crónico, y hasta prescrito, de muchas sustancias, lo que no constituye en sí mismo una adicción tal y como se ha descrito.
Adicción psicológica
En Liberadict, sabemos que la adicción psicológica es de las más peligrosas. Las personas se abandonan sin más a los deseos de la sustancia, no a los suyos. Sienten que su necesidad de consumir es tan fuerte que los arropa, los supera, sumiéndolos en las tinieblas del desasosiego constante y la turbación.
Son individuos que mienten, hurtan, roban, e incluso pueden llegar a ser capaces de matar, tan solo por una dosis más.
Así, se rompe la delgada línea que separa al consumo de la dependencia. La sustancia pasa a ser la protagonista, pero no ya por diversión, sino por estricta necesidad del cuerpo y de la mente.
Tolerancia cruzada
La tolerancia cruzada es un término que, en farmacología sirve para ponderar la capacidad de una sustancia (o grupo de sustancias) para suprimir las manifestaciones de la abstinencia de otra o de otro grupo, manteniendo así el estado de dependencia física.
Una de las más graves consecuencias de este fenómeno es que existen muchas más probabilidades de que una persona se habitúe al uso de una sustancia, si ya es dependiente de otra de base.
Esto quiere decir que, por ejemplo, es más fácil que alguien se haga adicto a las benzodiazepinas si ya es dependiente de otro medicamento de este tipo.
Una de las características que resulta más evidente en los pacientes con adicciones es, como hemos dicho, la necesidad inequívoca de consumir.
Sin embargo, los cambios de humor, la pérdida o el incremento de peso son otros signos que pueden encender las alarmas para indicar una posible dependencia.
Señales psicológicas y físicas de una adicción
De manera psicológica se manifiesta al tratar de olvidar los problemas a base del consumo indiscriminado de la sustancia, retraerse, vivir entre las sombras, oculto, lejos de los suyos. Pérdida de interés en cosas que antes eran importantes.
Falla en el rendimiento y deserción escolar, cambio abrupto de las amistades, ira, depresión, y la sustancia como centro de todos los pensamientos.
A nivel físico se observan cambio de las horas de sueño, insomnio o letargos constantes, debilidad, necesidad de aumentar las dosis, pérdida del apetito o un apetito voraz, mirada perdida, dificultad para concentrarse o mantener una conversación fluida.
Tratamiento para la adicción
Por desgracia, superar una adicción no es tarea fácil. No es un signo de debilidad necesitar ayuda y pedirla. La mayoría de las personas que logran dejar las adicciones necesitan de ayuda profesional, de un tratamiento adecuado para lograrlo, así como de un posterior seguimiento terapéutico cuyo tiempo es indeterminado. En Sevilla contamos con Liberadict, nuestro centro de tratamiento de adicciones, es un centro accesible para todos, ya que el precio es económico y se puede afrontar fácilmente. Muchas familias no pueden costearse un centro de tratamiento privado. No dudes en pedir ayuda, nuestro teléfono de atención es el 695 79 58 04