Gestión de recaídas

Prevención de recaídas a drogas o alcohol

La adicción es una enfermedad compleja y crónica en la que, la tendencia a las recaídas, es una realidad y, es por esta razón, que cualquier persona con un problema de adicción o en entorno cercano a esta persona, deben tener claro en todo momento que la mejor manera de prevenir una recaída es, precisamente, no dar por hecho el riesgo del síndrome de recaída.

Hablamos de recaída cuando el consumo o comportamiento adictivo se produce después de un tiempo de abstinencia y recuperación de, al menos, 5 o 6 meses. El consumo de una substancia o la repetición de una conducta adictiva al inicio de un tratamiento no se considera recaída. En la recaída, el adicto olvida las consecuencias de su adicción, anteponiendo los efectos inmediatos del consumo o comportamiento, a pesar de las implicaciones negativas.

En Liberadict, centro de tratamiento especializado de adicciones en Sevilla, contamos con años de experiencia en el tratamiento de las mismas y ofrecemos terapias que han demostrado ampliamente su efectividad.

Nuestro modelo de tratamiento combina, tanto el modelo Minnesota, como la terapia cognitivo conductual y las técnicas enfocadas en la prevención de recaídas, con una metodología que incluye la terapia individual, la terapia de grupo, la terapia familiar y de pareja.

Proceso de recaída

Gestionar las posibles recaídas en la adicción supone un proceso largo en el que, en muchas ocasiones, se producen progresos, pero también tienen lugar algunos retrocesos. Estos retrocesos, por lo general, se inscriben en el marco de una situación de riesgo, bien sea esta la propiciada por algún tipo de conflicto interpersonal o de presión social, como una discusión o la influencia negativa un determinado ambiente que invite al nuevo consumo, o bien, debido a un estado emocional negativo (ansiedad, irritabilidad etc.)

No a la primera

El primer episodio aislado de consumo o conducta: la caída inicial, resulta muy sencillo que, el adicto, pueda pasar a la recaída, especialmente cuando no se han puesto en marcha las técnicas de afrontamiento adecuadas frente a la situación de riesgo. Esta recaída implica muchas de las veces un retorno a los niveles de consumo o a las conductas, similares a la situación inicial previa al tratamiento. Además, las recaídas, en ocasiones son percibidas por la persona como un fracaso y pueden suponer también que merme la confianza de la persona en su propia capacidad para conseguir el objetivo de la terapia y su recuperación.

Trabajar en la prevención

El principal objetivo a la hora de realizar un trabajo en lo que se refiere a la prevención de recaídas es conferir a la persona aquellos recursos necesarios y las estrategias de afrontamiento adecuadas que faciliten poder hacer frente a cualquier situación de riesgo y que, en caso de recaída, les ayuden a gestionarlas de forma eficiente, haciendo esta fase del proceso de recuperación lo más corta posible.

Pide ayuda antes de volver a consumir

Debemos tener claro que una recaída no implica una derrota en ningún caso y que, lo más importante es contar con los recursos apropiados para poder superarla y continuar con nuestro proceso de cambio.

El trabajo en la prevención se centra entre otras cosas en:

• Ayudar a la persona a identificar las situaciones de alto riesgo para la vuelta al consumo o comportamiento adictivo
• El entrenamiento en habilidades de afrontamiento en las situaciones de potencial riego
• El entrenamiento en estrategias para afrontar el craving y los pensamientos asociados al consumo de sustancias.
• El aprendizaje de conductas saludables alternativas al consumo.
• La correcta gestión de los posibles consumos puntuales o las posibles caídas en el proceso de recuperación a fin de impedir que esta conducta se prolongue en el tiempo y se transforme en una recaída.
• El trabajo en habilidades personales como la autoestima, la gestión de la frustración y las emociones.
• El compromiso con el proceso terapéutico.

¿Parte del proceso de recuperación?

Un rotundo NO, no necesariamente. Aunque, a priori, pueda resultar desmotivador, la recaída puede ayudar al paciente a salir reforzado en su proceso de recuperación.

Cuando una persona se encuentra en proceso de recuperación de una adicción y sufre una recaída, es el momento de reiniciar el tratamiento, modificarlo o probar un tratamiento diferente.

Pero, en todo caso, es fundamental poder tomar conciencia de aquellos factores que han intervenido en que la recaída se produzca, generalmente asociados al descuido en algunos de los aspectos del proceso o a una gestión incorrecta de una determinada situación y, en cualquier caso, resulta una prioridad retomar la recuperación mediante un tratamiento específico orientado a valorar estos factores que han intervenido en dicha recaída y trabajar las habilidades y estrategias necesarias para poder solucionarlo.

En Liberadict somos especialistas en adicciones y podemos ayudarte. En nuestro centro, gracias a nuestro equipo de profesionales, podrás aprender a identificar los síntomas de la adicción y estaremos a tu lado durante todo el proceso terapéutico, para ayudarte a superarla, apoyándote, guiándote y aportándote las herramientas necesarias para que sanes tu cuerpo y tu mente y recuperes el bienestar a nivel físico, psicológico, emocional y social. Y, lo más importante, proporcionándote seguimiento y soporte para prevenir y afrontar cualquier tipo de recaída.