Las adicciones y los trastornos de la alimentación
Está ampliamente demostrado que, es muy frecuente la comorbilidad de algunas enfermedades psiquiátricas con los trastornos adictivos, es decir, la presencia a la vez de ambos trastornos a un tiempo. en este sentido, es muy frecuente encontrar pacientes que presentan un trastorno de salud, mental y/o de personalidad asociado a un trastorno adictivo y, entre estas patologías que aparecen a un tiempo, son muy frecuentes los trastornos asociados al consumo de sustancias psicoactivas y los trastornos graves de la conducta alimentaria, habiéndose comprobado que ambas patologías se retroalimentan mutuamente.
Teniendo en cuenta de que, solo una de estas enfermedades supone ya de por sí un problema serio, ambas, combinadas, son un problema sumamente grave para la persona afectada.
Una relación peligrosa
Aunque no es una regla exacta, en la mayor parte de los casos, los trastornos alimenticios preceden a la adicción. Según este dato, si una persona padece bulimia, por ejemplo, tendrá una mayor propensión a consumir substancias, a fin de minimizar su estrés emocional o de emplear las drogas a fin de controlar el peso de forma rápida.
En este sentido, los pacientes con trastornos alimentarios, pueden llegar emplear drogas por muy distintas razones como hemos señalado y una de las más habituales sería porque el uso de determinadas sustancias estimulantes ayuda a controlar tanto el apetito como el peso y a contrarrestar la falta de energía.
A su vez, las drogas, son empleadas como reguladores emocionales ya que, en estos casos, es normal que exista un problema en la gestión del control de impulsos y las emociones negativas que padecen las personas con un problema alimentario, como la vergüenza, o la culpa, son más fácilmente controlables o neutralizables a través del consumo.
Al revés, algunas personas con trastorno de adicción emplean la comida para aliviar la tensión y el craving durante las fases iniciales de la abstinencia.
Un origen común
En cualquier caso, las adicciones, comparten los mismos detonantes con los trastornos de la alimentación Existen en la génesis de ambos trastornos, rasgos de personalidad y del temperamento, así como determinados rasgos genéticos, de herencia familiar y de interacción entre genética y ambiente.
Se ha demostrado que, la obsesividad, la impulsividad, el perfeccionismo, la extroversión, la inestabilidad, falta de autocontrol, etc. y otros rasgos de personalidad son comunes a estos pacientes. En aquellas personas en las que existe una tendencia a la desregulación emocional y que presentan síntomas como pueden ser la ansiedad social, la impulsividad o necesidad de aceptación, existe un mayor número de probabilidades de presentar estos trastornos de forma co-mórbida.
Sumada a estos factores, la psicopatología, también es un elemento esencial que también interviene directamente en la aparición conjunta de un trastorno alimentario y de adicción, siendo especialmente reseñables la depresión y la ansiedad, así́ como el trastorno por estrés pos-traumático y el trastorno límite de personalidad.
También tienen peso en la aparición conjunta de estos trastornos algunos neurobiológicos, como pueden ser las secuelas a nivel neuroendocrino de los abusos sexuales, psicológicos como el temperamento de la persona o sociales.
Tratamiento
Debido a la gravedad de ambas patologías, las dos afecciones suelen requerir atención médica especializada, mucho más si se presentan de forma conjunta, resultando necesario tratar ambas y buscar el origen de estas problemáticas, pues acudiendo a la raíz será más sencillo el abordaje.
La intervención en estas patologías debe ser integral, preferiblemente apoyada por un equipo multidisciplinar en el que se cuenten médicos, psiquiatras, psicólogos y terapeutas, de forma que se puedan abordar todas las áreas de afectación de estas dolencias. Así mismo, se hace necesaria la intervención de un especialista en nutrición que ayude a la persona a realizar un cambio de hábitos al respecto de la dieta que contribuya a su vez a un modo de vida más saludable.
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