Son muchas las familias que se preguntan cómo puede estar seguros de que, su ser querido, padece un problema de adicción a sustancias. Muchas veces, existen dudas, que no se confirman y que mantienen a las familias en una constante incertidumbre.

El consumo de sustancias, aunque siempre representa un riesgo potencial, no siempre tiene porqué terminar en una adicción. Y, en ocasiones, es complicado discernir para las familias si nuestro ser querido se encuentra en ese punto, o sencillamente, se trata de una conducta transitoria.

Pero existen sin lugar a dudas, determinados patrones de consumo que, en la mayor parte de las ocasiones, puede darnos una pista clara acerca de la existencia de un problema grave. Y, frente a cuyas señales, las familias deben mantenerse alerta.

Consumo temprano de drogas

Son muchos los estudios que confirman que aquellas personas que comienzan a consumir drogas en la adolescencia temprana, tienen un riesgo mucho más alto de padecer un problema adictivo durante su vida adulta. Además, debido a que sus cerebros y cuerpos aún se están desarrollando durante este tiempo, las consecuencias a corto y largo plazo pueden ser particularmente graves.

Por desgracia, son numerosos los casos en los que el consumo de drogas, inicia en esta etapa de la vida, afectando no solo al normal desarrollo de la persona, sino siendo causa también en muchos casos de otras conductas de riesgo como las conductas sexuales de riesgo, el bajo rendimiento académico y otros problemas.

Consumo frecuente de drogas

Aunque de por sí, el empleo frecuente de sustancias no constituye la manera más precisa de determinar si alguien es adicto. Aquellas personas que, por ejemplo, consumen alcohol u otras sustancias en grandes cantidades los fines de semana, pueden llegar a desarrollar un problema grave de adicción, incluso si ese consumo se limita a esos días. Esto se debe a que el consumo frecuente de drogas en muchos casos puede convertirse en un indicador de tolerancia, puesto que la persona cada vez necesita más cantidad de la sustancia a fin de experimentar la misma intensidad en las sensaciones. Así mismo, cuando una persona consume regularmente drogas o alcohol es más sencillo que tenga dificultades para dejar de hacerlo.

Consumo problemático

Consumo de drogas “duras”

Incluso las drogas que no son consideradas como “duras” conllevan siempre un riesgo de adicción, pero es cierto que, las drogas “duras” como pueden ser por ejemplo la cocaóna, la metanfetamina o la heroína, presentan en mucho menor tiempo efectos más notables sobre la salud y los  comportamientos de la persona y, así mismo, suponen un riesgo mucho mayor en términos de riesgo a la hora de desarrollar una adicción.

Si bien es cierto que en algunos casos, hay personas que emplean estas drogas solamente de forma recreativa, en este tipo de sustancias, la adicción, puede aparecer incluso después de un solo uso, llevando a la persona a padecer un grave problema en poco tiempo.

Consumo de drogas en solitario

Otra señal de alarma a la hora de plantearnos que nuestro ser querido padece un problema, es sin lugar a duda, el consumo en solitario.

El uso exclusivo de alcohol u otras drogas se ha relacionado con la adicción y otros problemas en el futuro. Según algunos estudios realizados, aquellas personas que emplean drogas en solitario, especialmente en el caso de los adolescentes, presentaban una mayor tendencia a desarrollar conductas agresivas o delictivas, así como a obtener un rendimiento académico mucho menor.

Consumo de drogas como vía de escape

En lo problemas adictivos los motivos por los que una persona consume sustancias tienen un enrme peso.

No son poco frecuentes aquellos casos en los que, la persona consume algún tipo de sustancia a fin de controlar su estrés, tapar un problema de autoestima o lidiar con un trastorno de salud mental subyacente, y esto supone siempre un mayor riesgo a la hora de desarrollar una adicción.

En cualquier caso, debemos permanecer atentos a estos patrones de conducta, pues es frecuente que aumenten el riesgo de adicción y no deben ignorarse.

Tipo de consumo problemático

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