Bien es sabido que, la interacción de ciertos medicamentos y sustancias con el alcohol, puede ser resultar peligrosa y, en muchos casos, causar unos efectos secundarios muy perjudiciales a medio y largo plazo. En el caso de la prednisona, usada habitualmente con gran eficacia para tratar complicaciones con la psoriasis, artritis, alergias o colitis ulcerosas, se puede afirmar que se debe extremar el cuidado, ya que al combinarla con alcohol, se corren graves riesgos para la salud. La mezcla de prednisona y etanol, sin poder asegurar exactamente en qué dosis exacta de consumo de alcohol, no es aconsejable si está en tratamiento con esta substancia, y puede llegar a provocar entre otras complicaciones, osteoporosis y un debilitamiento del sistema inmunitario del organismo.

¿Es seguro mezclar prednisona y alcohol?

En tratamientos con prednisona más prolongados en el tiempo bajo prescripción médica, el paciente debe entender los riesgos derivados de consumir alcohol mientras dure todo el tratamiento, pues son mucho más vulnerables a los peligros de ésta combinación. Por lo tanto, hay que actuar con mucha responsabilidad y pedir consejo médico, incluso, si se desea consumir alcohol en muy bajas cantidades, ya que los riesgos son altos y ya se han descrito muchas de las complicaciones que puede provocar de manera específica.

Un paciente con alguna enfermedad crónica tratada con prednisona y que consuma alcohol durante el proceso, se arriesga a empeorar los mismos problemas que intenta solucionar con este medicamento. Pacientes en tratamiento para la colitis ulcerosa, el lupus, la artritis reumatoide, problemas renales e, incluso, en ocasiones el cáncer deben extremadamente cuidadosos y evitar completamente el consumo de alcohol.

Complicaciones en afecciones tratadas con prednisona:

Estos efectos aparentemente paradójicos de la misma droga se explican mejor conociendo dos de las  sustancias químicas que podemos encontrar en el cannabis. Una es el delta 9-tetrahidrocannabinol (THC) y la otra el cannabidiol (CBD). Debemos saber que todos tenemos receptores de cannabinoides naturales en nuestro cerebro. El THC es capaz de unirse de manera efectiva a estos receptores, causando la sensación típica de euforía provocada por esta droga. Sin embargo, el CBD puede interferir con este proceso de unión, lo que atenúa la sensación de euforia.

Diferentes proporciones de estos dos químicos se encuentran en diferentes tipos de cannabis. Esta es la explicación de que el consumo de un producto de cannabis con THC pero sin CBD aumente el riesgo de desarrollar problemas de salud mental como la psicosis. Y, sin embargo, el CBD puede usarse para tratar la psicosis.

El cannabis con niveles más altos de THC y cantidades más bajas o insignificantes de CBD parece tener un efecto perjudicial en la memoria a corto plazo, especialmente en los adolescentes. El principal problema es su capacidad para retener y recordar información. Afortunadamente, esto no es permanente.

Depresión

Entre los posibles efectos secundarios de la prednisona se describen los cambios de humor, euforia , irritabilidad, ansiedad y depresión. Por si mismo el etanol se también un depresor, que combinado con el fármaco puede tener efectos aún mas potentes en ese sentido sobre el cerebro y el sistema nervioso, aumentando el riesgo de fuerte depresión y sus complicaciones derivadas.

Problemas gastrointestinales

Ambas sustancias por separado pueden tener efectos sobre el estómago y el intestino, desde malestar estomacal e indigestión, hasta hemorragias gastrointestinales severas si su consumo es combinado, lo que aumenta el riesgo considerablemente. Ambas también pueden provocar la irritación del tracto digestivo que puede asimismo provocar úlceras pépticas. La inflamación del revestimiento del estómago, puede causar acidez y úlceras estomacales.

Problemas gastrointestinales

Osteoporosis

La posible aparición temprana de la osteoporosis es otro de los riesgos, ya que el consumo de etanol afecta a la salud ósea, y entre los efectos de la presiona se encuentra la posibilidad de desarrollar osteoporosis.

Debilitamiento del sistema inmunitario

Salvo para aquellos con enfermedades auto inmunes, para los cuales un sistema inmunitario deprimido puede ser aceptable, para el resto significa una mayor vulnerabilidad ante las enfermedades o infecciones, como varicela, neumonías, tuberculosis o sarampión, ya que el organismo disminuye su capacidad de respuesta ante ellas. Prednisona y etanol también son mala combinación en este caso.

Diabetes

Los esteroides en la prednisona, en tratamientos prolongados pueden aumentar los niveles de azúcar en sangre, y provocar diabetes tipo 2. El etanol por su parte, en ciertas dosis elevadas también desestabiliza los niveles de azúcar, lo que significa que en este caso, la combinación de prednisona y alcohol pueda contribuir al peligro de sufrir complicaciones relacionadas con la diabetes.

¿Cuál es la dosis segura de alcohol cuando se consume prednisona?

Aunque se puede excepcionalmente y consultándolo con del médico consumir una dosis mínima sin riesgo, lo más inteligente y recomendable es NO tomar alcohol hasta que finalice el tratamiento con prednisona, y esperar hasta que se haya eliminado del organismo.

Finalmente cabe destacar que el consumo de alcohol mientras se está en tratamiento con prednisona puede potenciar el riesgo de olvido de una dosis necesaria por efecto del alcohol.

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