Si un familiar o amigo tuyo es un jugador compulsivo o ludópata, puede que ya estás familiarizado con el ciclo interminable de mentiras, medias verdades y distorsiones deliberadas de los hechos que hacen para justificar su actitud. Si aún no has confirmado pero sospechas que esa persona tiene una adicción al juego, observa cuidadosamente sus patrones de comportamiento para detectar signos de que el juego se ha convertido en algo más que un hecho casual. La mentira compulsiva es uno de los síntomas habituales de los jugadores patológicos. Para las personas adictas al juego, mentir se convierte en algo natural. ¿Cuáles son por tanto algunas de las mentiras más comunes de los ludópatas? Desde Liberadict te las explicamos para ayudarte a detectar una posible ludopatía.

Conoce y detecta las mentiras comunes de los ludópatas

No tengo un problema con el juego: cualquiera que niegue rotundamente tener un problema con el juego, a pesar de la evidencia de lo contrario, está bien encaminado hacia la adicción al juego o ya la tiene. Cuando alguien está inmerso en el juego, su comportamiento se vuelve constante y predecible. Harán y dirán cualquier cosa para alcanzar su objetivo principal: el juego. Los adictos al juego, incluso después de pérdidas desastrosas y deterioro de las relaciones familiares y personales, mantendrán firmemente que no tienen un problema con el juego. Es una de las mentiras comunes de los ludópatas más frecuente. La negación es un mecanismo para enmascarar el problema.

Puedo parar cuando quiera: enfrentarse a un ludópata compulsivo y mostrarle los hechos indiscutibles que indican que el juego se ha convertido en un comportamiento adictivo, generalmente generará este tipo de mentiras comunes de los ludópatas. El jugador no puede admitir ante ti que hay un problema y afirmará con vehemencia que detenerse es posible. Para probarlo, el jugador compulsivo puede incluso mantenerse alejado del casino o de las apuestas durante un corto período de tiempo. Pero en poco tiempo el ludópata estará de vuelta en eso, simplemente no puede resistir la tentación.

Mi juego no hace daño a nadie: la mayoría de los ludópatas creen, algunos incluso sinceramente, que la adicción al juego no hace daño a nadie, ni siquiera a ellos mismos. Piensan eso porque no se percibe una degeneración física importante como con el alcohol o las drogas. Sin embargo, el juego compulsivo es como cualquier adicción y se considera una enfermedad y un trastorno familiar. Las consecuencias de que un familiar sea ludópata afectan a todos los miembros de la familia. Muchos ludópatas pierden su dinero, su trabajo, sus relaciones personales y la familia se desintegra. Por tanto, que no afecte el juego como otras drogas es una de las mentiras comunes de los ludópatas.

Tengo el juego bajo control: si el ludópata se hace cargo de las facturas y otras responsabilidades financieras en el hogar, puedes sentirte tentado a creer esta excusa y pensar que el familiar tiene un control correcto del gasto. Si en cambio eres tu quien controla las cuentas y cedes constantemente a las solicitudes de dinero del ludópata porque te vende que lo tiene controlado, estás permitiendo que el jugador compulsivo continúe con su comportamiento adictivo. No caigas en una de las mentiras comunes de los ludópatas que lo único que hacen es que el jugador compulsivo continúe con su comportamiento.

No vas a creer lo que pasó: cuanto más profunda es la deuda del jugador compulsivo, más elaboradas y exageradas son las mentiras comunes de los ludópatas y las historias que comienza a inventar. Te contará el atraco que le sucedió cuando estaba sacando dinero del cajero, o que alguien robó su cartera o le han hackeado las tarjetas de crédito. Puede venderte una increíble oportunidad de inversión y que tuvo que dar todo el dinero, etc. Todo esto y más saldrá de la boca del jugador compulsivo como una forma de explicar lo que sucedió con el dinero.

No he gastado de nuestros ahorros: al principio el ludópata puede tener algunas victorias en el juego y ganar dinero, pero las probabilidades están literalmente en su contra. Tarde o temprano la suerte del jugador finalmente se agota. El ludópata está convencido de que es sólo un revés temporal y que, si sigue jugando, la suerte volverá. Cree que lo tiene controlado y que puede gastar dinero sin poner en peligro sus ahorros, pero al final acaba necesitan más y más y acaba echando mano de todo lo que tenga disponible. Si escuchas a la persona decir que no tocará tus ahorros, será mejor que lo verifiques en el banco tú mismo.

Nunca volveré a jugar: por lo general, cuando escuchas que la persona jura que nunca volverá a jugar, es después de una pérdida de dinero desastrosa, de un arresto, de perder el trabajo u otra consecuencia grave. En lugar de quedarte con una de las mentiras comunes de los ludópatas, deberás adoptar una posición. ¿Seguirás soportando la adicción de tu familiar o amigo? ¿Cuáles son tus opciones? No pongas más excusas ni mires a otro lado y trata la ludopatía como lo que es, una adicción.

En este articulo te contamos todo sobre el juego compulsivo y sus síntomas.

Trata los problemas de ludopatía en Sevilla en el centro Liberadict

Si tienes un problema con el juego, o uno de tus familiares o amigos lo tiene, vives en Sevilla y estás buscando una solución, acude al centro Liberadict. Deja de creer más mentiras comunes de los ludópatas y pon una solución definitiva. Liberadict es un centro especializado en adicciones que utiliza tratamientos cognitivo conductuales como el modelo Minnesota. En el caso de la ludopatía, personal médico especializado hará una evaluación física y mental, propondremos un tratamiento de deshabituación del juego y reinserción, siempre con total confidencialidad y humanidad, sin apartar a la persona de su entorno familiar y evitando las recaídas. Ponte en contacto ya con Liberadict, tu centro contra las adicciones en Sevilla, y gana la batalla a la ludopatía. Nos encontramos en Av Emilio Lemons 2, 208, en Sevilla Este (Sevilla). Puedes escribirnos a info@centroadiccionessevilla.es o llamarnos al 641 29 03 14.